La serie en cuestión traducida es "No pude ser un héroe, por lo que decidí encontrar un trabajo".
La premisa de la serie es sencilla a la vez que interesante, aunque su desarrollo inicial no es el esperado visto lo visto (o quizás sí, depende del punto de vista).
En el mundo de esta serie de animación japonesa (a.k.a. anime), nos encontramos el típico escenario de fantasía donde todos los héroes luchan para derrotar a un mal superior (en este caso es el rey demonio). Hasta aquí, todo normal. Es lo típico en los videojuegos y en las series más generalistas (incluso en la literatura "basura" de fantasía actual que podemos ver en cualquier librería más o menos generalista).
Ahora bien, y es aquí donde empieza lo interesante de la serie, y que fue lo que me hizo captar la atención en ella. Empieza la serie y el rey demonio es derrotado. Así, tal cual.
El gobierno humano retira los programas de héroes para derrotar al rey demonio. Una parte de la economía humana, substanciada en los héroes que van a matar al enemigo cae en desuso. Es decir, todo un mercado que se va a tomar por saco, quiebra de muchos negocios y empresas. Y un montón de personas que, por supuesto, trabajaban de esto de los héroes, se ven abocados al paro. Más o menos lo que ocurre en las crisis de un sector, o cuando una burbuja se va al carajo (que dirían en zonas más tropicales de habla española).
Bien, hasta aquí la cosa pinta muy bien. Por supuesto, al ser un mundo de fantasía, y teniendo en cuenta la existencia de la magia, aparece un tercer elemento: Utilizar la magia como energía para otros procesos que no son la guerra. De forma doméstica. Tal y como ocurre en la realidad.
Durante las épocas de batallas, toda la ciencia se vuelca en mejorar los elementos destinados en acabar con las vidas de los enemigos, y por supuesto, en proteger a las otras.
Pues bien, algo similar ocurre en este mundo de fantasía. Cae el rey demonio, y empiezan a proliferar tiendas de electrodomésticos que emplean la magia como energía. ¡Muy buena idea!
Al parecer allí en Japón, en lo que a creatividad se refiere, parece que estén en una época dorada. Tienen muy buenas ideas, y una impresionante industria que les saca provecho. Por supuesto, un género es vanguardia allí, aparte del manga y el anime, que es el género de las novelas ligeras.
Las novelas ligeras son novelas de descripción floja, de no muy buena calidad literaria, pero que ofrecen un producto bonito para el lector japonés. Pero que derrochan creatividad. Como es el caso de esta obra que ha sido animada a partir de su novela homónima.
Sigo hablando del argumento, pues eso tan sólo es el prólogo de lo que yo he entendido al largo del visionado de la serie.
La historia empieza con que el protagonista, de nombre Raul Chaser, se encuentra trabajando en una tienda de electrodomésticos mágicos (aunque sinceramente, llamarlos electrodomésticos cuando funcionan con magia no tiene sentido), después de que su carrera como inminente héroe se fuera al traste con la desaparición del rey demonio.
El desarrollo de la historia, empieza cuando la hija del rey demonio, pide un puesto de trabajo en la tienda donde trabaja el héroe, y aquí empieza la historia del anime.
La tienda está plagada de chicas, haciendo que entre en juego uno de los puntos a destacar del anime (por desgracia), y es que el anime está plagado de ecchi (tetas y culos, para ser más exactos) para el deleite del fan japonés.
Si bien he dicho que estamos en una buena época en lo referente a la creatividad de los japoneses, también hay un punto negativo. No vende algo si no ponen tetas y culos por doquier. Al parecer aunque no venga a cuento. Y esta serie peca de ello a lo largo de todos sus capítulos.
El desarrollo de la serie es más bien irregular hasta los últimos capítulos de la temporada (que es lo que acostumbran a hacer actualmente la mayoría de series de este tipo). Te presentan la acción, te ponen mucho relleno, y te muestra todo el mundo post-era heroica a través de los capítulos mientras van desarrollando los personajes y ponen planos completamente irrelevantes de lo que ya he contado anteriormente.
Entre las cosas que personalmente me molestan de este tipo de anime es que aunque la idea de fondo me parece muy interesante, su desarrollo parece que se base en arquetipos de capítulos que, por alguna razón u otra, siempre te da la sensación de haber visto en otra serie. Aunque también hay que decir que aquí no se ve tanto eso (aunque sí).
También hay que decir, que aunque se trate de un seinen (género que hace referencia a series para jóvenes adultos-adultos), nos encontramos con un mundo idealizado, donde parece que el capitalismo en el que vive instalado ese mundo sea la perfección de todo. Todo está bien. Y todo va a bien. Aunque de fondo de vean esos toques que si uno se fija, quizás es lo único que haga de esta serie interesante.
La serie aún no ha terminado (mientras estoy escribiendo esto, la serie sigue emitiéndose en Japón, y se puede encontrar en Crunchyroll también. Disponible para España, por supuesto) y parece que la trama por fin empieza a florecer delante de los ojos de los espectadores, y que se acerca lo que parece ser lo interesante del asunto.
Una cosa está clara. Es un anime con un trasfondo interesante, pero peca de superficialidad, aunque si aúnas entre lo que te está contando, aparece un tema interesante, y una forma de contar los mundos de fantasía que poca gente había afrentado (hace poco salió otra serie que trataba de macroeconomía en un mundo de fantasía que, aunque yo no he visto, su argumento también era interesante cuyo nombre traducido es "La Reina Demonio y el héroe", llamada "Maoyu" para abreviar en japonés).
Pros: Un mundo interesante por explorar y bastante original. Buena animación.
Contras: Demasiado presupuesto en física de tetas (como yo lo llamo). Desaprovecha del rico mundo que nutre el argumento (y que es uno de los pros que considero que tiene la serie). Tiende a la banalizar conceptos que la realidad demuestra que son muy crudos.
Nota: 6/10
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